¿Porqué la campana está presente en todas las tradiciones? ¡Para estar presentes!

En todas las tradiciones espirituales han tenido una campana, nuestra iglesia católica y todos los judeocristianos tienen campanas, los budistas tienen campanas, los Krishnas cristianos tienen campanas, en el Tíbet tienen campanas, los hinduistas tienen campanas, ¿para qué? En el catolicismo la campana no es para llamar a misa, la campana en todas las tradiciones es para llamar a la práctica, la campana suena para decirle a las personas que suspendan todo lo que parece distraerlos de sí mismos, todo lo que parece alejarlos de la vida plena, de la conciencia de la existencia, de estar vivos, y que paren todo eso y por lo menos un minuto vuelvan a casa, vuelvan a su interior, vuelvan a la conciencia, vuelvan al darse cuenta, vuelvan a estar presentes para que dejen de huir, para eso es que suena la campana, para llamar a la práctica.

Hoy los invito a hacer una práctica, entonces, para entrenar nuestra mente cada vez más a estar presente, al darse cuenta a que vuelva una y otra vez a la conciencia, hasta que la conciencia sea plena. Los invito a salir a caminar. Pero mientras estemos caminando nos vamos a dar cuenta, por ejemplo, cómo pisamos, cómo movemos los pies y de pronto cómo suenan las piedritas debajo de nuestros zapatos.

Nos vamos a dar cuenta de la postura, de cómo se mueven las manos, de nuestra respiración, vamos a percibir el corazón latiendo más o latiendo menos, vamos a estar atentos de los ruidos ambientales, los pajaritos, los gallos o las gallinas, los mugidos de las vacas y de pronto la respiración del compañero que camina al lado mío, es posible que escuches el crepitar de la hierba mientras crece, porque se puede oír, pero para oírlo tienes que tener mucha conciencia, tienes que estar muy presente, vas a escuchar el viento y tal vez puedas escuchar las nubes que hay hoy cuando viajan, todo puede escucharse, todo puede verse, todo puede sentirse, todo puede olerse… y eso es estar presente, vamos a salir a caminar, pero vamos a estar presente, vamos a darnos cuenta de la mayoría de mayor cantidad de cosas posibles, no es estar distraído. La mente se distrae cuando la mente se concentra, nuestra mente tiene la tendencia a volverse concreta, o sea, a prestarle atención a una sola cosa y a olvidar el todo, vamos a entrenar la mente para que se vuelva abstracta, para que abstraiga, para que venga a ella toda la existencia, para que siempre esté plena.

Como la mente se siente vacía cuando se concentra, como se siente incompleta, por eso empieza a saltar de un lado a otro, a distraerse, pero si la tenemos llena, si la mente está plena, ¿Qué va a buscar? ¿A dónde va a ir? no tiene un lugar donde ir y no tiene nada que hacer, tiene mucho por ser, eso vamos a practicar hoy, entonces ve a caminar un rato, y cada cierto tiempo haz que suene tu cuenco, tu campana (Puede ser con una alarma o tu propio llamado de atención (o usa el video que pusimos al final de esta publicación) ¿Por qué? Porque, aunque creamos que estamos practicando, muchas veces nos vamos de la práctica, entonces oirán la campana que los llama a la práctica, que los vuelve a traer al momento, al presente, a la conciencia, a la experiencia plena,

Si no quieres, no vayas, te quedas en la distracción de ti mismo, te quedas en tu distanciamiento de la vida plena, de la conciencia de tu existencia, de estar vivo, podrías parar todo eso y por lo menos un minuto volver a casa a estar presente a dejar de huir, y si quieres, pues sal ¡Vamos!

Esa llenura de la mente de la que arriba te hablo no se refiere a pensamientos, se refiere a plenitud, se refiere a conciencia. No se trata de una cantidad, se trata de una cualidad. Paradójicamente, esa plenitud, de esa llenura, es vacuidad. No es la ausencia de cosas. Es la cualidad de la llenura, de la talidad, de todo cuanto es, de todo lo manifestado y lo por manifestar. Es una cualidad, es un estado de ser. Si practicamos, sucederá. Si practicamos con atención plena, prestando atención a todos los detalles, pero sin querer atrapar ninguno, sin querer que sea mío, dejándolo ser, entonces sucederá.

Bendiciones
Maestro Gelva - Escuela Gelva
 

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