Entrevista a un profesional de la Salud
… “Si yo mando una infusión de Sauce me dirán que soy un yerbatero, pero si mando Aspirina me dicen que soy un científico y resulta que es lo mismo”…
El Doctor Rojas (D.R.) junto a varios profesionales de los Parques de la Salud conocieron las instalaciones y cursos de la Escuela Gelva. He aquí su historia y opiniones de la mano de la Maestra Sandra Rodriguez (S.R.) que acompaño esta entrevista para la Revista.
S.R.: Dr. Buen día, agradecemos su tiempo, nos contaría brevemente ¿quién es Jorge Enrique Rojas?
D.R.: Soy médico Manizaleño, con 25 años de experiencia. Primero, en la medicina ortodoxa, de cirugía; luego, tuve la posibilidad de viajar al exterior a formarme en nutrición, y empecé la búsqueda de otras ayudas complementarias. Así conocí la terapia neural, la acupuntura, cromoterapia, los programas de desintoxicación, enemas, sueroterapia, ozonoterapia, orinoterapia, entre otras. De la mano de indígenas me apoyé mucho en el conocimiento de la fitoterapia.
Desde hace 20 años desarrollamos un proyecto de ayudas terapéuticas, donde elaboramos más de 70 productos naturales. También, junto a otros médicos, se creó un proyecto asistencial llamado Parques de la Salud, actualmente en Manizales y Cali y próximamente en Cundinamarca. Allí, hacemos medicina integrativa, evaluando a los pacientes en ronda médica con especialistas en más de 10 ramas de la medicina. A eso le sumamos el apoyarnos mucho en la historia clínica del alma. Estamos en medios de comunicación: en 7 emisoras, programas de televisión, también con Discovery home and health y Discovery Channel.
S.R.: ¿Qué opinión tiene acerca del Maestro Gelva, la Escuela Gelva y su encuentro?
D.R.: Yo a él lo conocía cuando su nombre artístico era el Dr. Sigifredo. En aquel entonces nos encontrábamos en la academia, en congresos y en conferencias. Yo después me fui mucho tiempo al exterior, él se dedicó a Santanderes y yo no esperaba encontrármelo. Fue gracias a la decana de la Facultad de Medicina de la Universidad Tecnológica de Pereira (UTP) que tuve el primer contacto con la Escuela Gelva. Viajé con mi hijo y con el Dr. Carlos Montoya, queríamos mirar su modelo y también como pacientes y vivimos una experiencia muy linda.
Pese a que yo ya lo había visto en redes y aún después de una primera reunión, sucedió que estando en sus instalaciones, en la montaña, en Santander, até cabos y fue una sorpresa, que al ver unas fotos de él cuando viajó a Japón, recordé nuestros andares. Posteriormente los han visitado diferentes profesionales, incluyendo 2 odontólogos, Álvaro campos y el Dr. Juan Manuel Mineros; luego, mi hijo, nuevamente va a hacer el proceso de formación acompañado de su Mamá, su tío Darío y Miguel; otra persona que nos apoya a nosotros.
El Maestro Gelva me parece una persona que tomó una decisión de vida muy linda. No es fácil decir: “Me voy a una montaña llena de piedras en Bochalema, lejos de todo el mundo a montar una Escuela”. Además de las construcciones tan hermosas que han hecho, un reto muy lindo, admiro la decisión de decir “me aparto del mundo, de lo citadino”, también de los medios de comunicación; como yo lo hago y apartarse de todo y encontrar a todos ustedes para hacer lo que hizo Jesús, que reunió a 12 apóstoles y cambió la historia del mundo, y con todos ustedes la labor que están haciendo pues es maravillosa, yo lo admiro mucho. Yo no he sido capaz de tomar esa decisión, aunque siempre he querido tener vida de monasterio, pero uno a veces se deja absorber por tantas cosas y compromisos y más compromisos, más admiro a personas como él que dicen: “Listo dejo todo y vamos a hacer un proyecto de salud y de educación como lo ha hecho la escuela Gelva”.
S.R.: Después de la visita que han realizado ustedes con su equipo médico, el incluir nuestras prácticas hoy en día ¿qué cambió sienten que han tenido para su vida?
D.R.: Bueno esto es vivencial, porque además de lo que ha pasado con mi vida, lo que yo he visto con mi hijo, con su tío, con la mamá, con los terapeutas del Parque de la Salud, es muy lindo porque se ha creado una semilla de estudio, de progresar, de conocerse, autocuidado, de ser responsables con la salud.
A mí me parece que es muy exacto, que ustedes no hubieran puesto IPS Gelva, sino Escuela Gelva. Yo creo que los centros asistenciales como la ustedes y los parques de la salud, tenemos que llegar a esa transformación: hacer educación y formación. Infortunadamente las prácticas médicas se están deteriorando, por falta de compromiso educativo.
Ahora lo único que quita el dolor es el diclofenaco y la gastritis el omeprazol y el colesterol atorvastatina y hay médicos que podrán quedarse con eso el resto de la vida, y, perdóneme, pero nada pasa. Para nosotros ha sido una semilla, un aprendizaje muy grande. Agradezco a todos ustedes y tenemos que seguir uniendo saberes desde Santanderes, desde el viejo Caldas, no sé quién estará en Pasto, quién estará en otras regiones, pero hay que seguir en este proceso educativo.
S.R.: ¿Tenia integrado a su cotidianidad las prácticas enseñadas en la Escuela Gelva?
D.R.: Sí, hace tiempo atrás. La primera vez cuando rotaba por pediatría en los 90, todos mis profesores hacían terapias con enemas y no sé ¿qué pasó en los hospitales? Inclusive ginecología, todas las pacientes se les hacía enema antes del parto, yo no sé si fue por pereza. Es una buena herramienta de efectos terapéuticos que la explica la medicina China y también la Embriología. Todos los médicos sabemos que una vía de administración de medicamentos es la rectal, con efectos maravillosos por su alto porcentaje de absorción. Ya, hablar de enemas y, la gente dice que va a acabarle la flora intestinal, y eso es porque no entiende qué es un enema, entonces, claro que reforzamos esa información para seguir haciéndolo y para nosotros es maravilloso porque vemos los resultados en nuestra salud. También en los Parques de la salud la Escuela Gelva dictó el curso del Tao del Amor y vivimos una experiencia maravillosa.
S.R.: ¿Cuál cree usted que es la importancia en la actualidad de propuestas alternativas de ver la salud de una manera integral, no solamente el cuerpo sino la mente y el espíritu?
D.R.: Es simplemente ver estadísticas: Cuando Estados Unidos tira un dato a todo el mundo diciendo que la principal causa de muerte en el mundo son iatrogenias médicas (daño ocasionado por el profesional de la salud a pacientes, familias u otras personas de manera no intencional), es decir que estudiamos medicina muchas veces para enfermar el paciente. Yo con mucho amor le pueda mandar a una persona Atorvastatina para bajar el colesterol, pero si no le hago el seguimiento que le estoy acabando el cerebro, el hígado y la sexualidad; o, lo mismo, a la persona con Omeprazol o un Acetaminofén, tantos medicamentos que nosotros recetamos para el efecto terapéutico y olvidamos las contraindicaciones y los efectos negativos.
Y muchas veces ni siquiera depende de nosotros los terapeutas, sino de los mismos pacientes que nos dicen: “a mí no me mandes más ese Omeprazol, a mí me va muy bien el jugo con Papa y Zanahoria”, y entramos en conflicto con él, lo sacamos del consultorio porque no toma lo que le dijimos, en vez de ir a investigar ¿Qué es lo que tiene la Papa, la zanahoria, la caléndula, la sábila, el banano verde, etc. ? Entonces, no abrir los ojos a todas esas alternativas hace que muchos tratamientos ortodoxos sean rechazados ya por los mismos pacientes. Son ellos los que nos están llevando a nosotros los médicos a buscar nuevas terapias, a la importancia y la conclusión de descubrir diferentes opciones, para que no les tengamos que seguir diciendo: “A usted ya no hay nada más que hacerle, acostúmbrese a vivir con lo que tiene, a tomar esta pastilla el resto de la vida así le caiga mal” no, yo creo que eso no se lo haríamos ni a nuestros padres.
S.R.: ¿Cuál sería la invitación que usted le haría a los lectores de la Revista Para El Ser y, en general a la comunidad, a los buscadores de este tema espiritual, de la salud, de la felicidad?
D.R.: Más que una invitación, es una reflexión, no hay peor ciego que aquel que no quiera ver, hablar de lo que no se conoce es muy fácil. El Maestro Gelva y, yo sé que muchos médicos, hemos sido criticados y vilipendiados. En nuestro sistema educativo las facultades de Medicina nos hacen el juramento hipocrático, pero no nos enseñan nutrición, Hipócrates dijo: “Que tu comida sea tu medicina” y los médicos no saben nutrición.
Nosotros estamos llevando el conocimiento de la farmacología a su base, la fitoterapia; las plantas medicinales. Entonces si yo mando por ejemplo una infusión de Sauce me dirán que soy un yerbatero, pero si mando Aspirina me dicen que soy un científico y resulta que es lo mismo. Gran cantidad de medicamentos son plantas medicinales. Tenemos que abrirles nuestro corazón a las diferentes posibilidades terapéuticas. Una triste conclusión es que como lo único que me enseñaron fue a tratar la enfermedad con medicamentos, cerramos la puerta a tantas posibilidades con más de 5.000 años de distancia con la medicina occidental, pero no, se tiene que tomar una pastilla, se tiene que tomar un Omeprazol y le cerramos las opciones al paciente para luego tratar las complicaciones con más pastillas.
S.R.: Doctor, muchas gracias! y estamos de acuerdo. Agregaríamos que hace parte también de ese proceso la elevación de la conciencia, donde nos hacemos responsables de lo que pensamos, de lo que hacemos y como lo sentimos, para que nuestro cuerpo sea reflejo también de ello, así le quitamos la responsabilidad a la pastilla, al médico o al otro, sino que me hago responsable de mi mismo.
D.R.: Así es, cierto. Entonces, yo creo que esto es abrir el corazón, tanto a terapeutas como a pacientes, a descubrir todo lo que existe para su bienestar. Muchas gracias y hasta una próxima oportunidad.